Cuernavaca. Fuga y
escapes.
(Texto en todos los
tiempos de Junio, colección de enfermedades aguamálicas).
1. Crashes and crushes. La cuestión del momentum
amoroso.
Junio
Esos breves amores
en canciones
llueven.
AoM
El Centro Morelense de
las Artes antes era un hospital. Hay cierta vibra. Ahí es donde Darío trabaja
como modelo para una clase de dibujo,
además de crear su depósito de capas atómicas de óxido de aluminio en el Centro
de Investigación en Energía.
Darío fue a hacer el posgrado a esa tierra verde y chueca de
la eterna primavera antes de partir a Escandinavia. Tiene grandes planes. Me
incluye. Cuernavaca tiene cañadas. El país y el año son un despeñadero y yo he
caído.
Él me mira escribir la investigación de la que me fugo en
este texto. Me acompaña fumando, cuida de mi gata y lee un libro de mandalas
que he encontrado en casa de mis abuelos. Es un amor. Salimos a penas unos
cuantos fines de semana pero me gustaba mucho que anduviera por la casa. He got Tokio. Le gustaba ponerse a cocinar mientras yo volcaba sobre el
teclado un aguamala. Ese momento me hizo recordar un poema de Erica Jong y lo
disfruté. Tenía un hombre cuidándome, un hombre libre y lo eché ¿por qué?
Él me gusta porque entiende la materia. De pronto yo tengo
mucha energía. Me dice que pienso demasiado y eso a mí me da mucha risa.
También dijo que tenía que sentir más y me quedé callada pensando en que estaba
equivocado, my.affective.turn: Las cosas no llegan a nosotros con banderitas
post it, cariño. Las cosas se sienten y se piensan simultáneamente. Claro que
siento, siento sobre todo angustia. Mareo. Vértigo.
Darío me cuenta cómo se fumaba un cigarro, casi desnudo, viendo la Catedral de Cuernavaca desde el balcón de
la sala de clases. Me gustaría hacerlo un día. Me prende eso de los edificios
viejos que tratamos como héroes porque nos hacen justicia estética (*) y la
brisa entre la piel y la tela y las vistas.
Cuando lo conocí bailamos y sentí un mareo. Una
descompensación. Yo no entiendo muchas cosas pero entiendo el baile. La
cuestión del momentum. Después de
bailar me dio un beso de 45 minutos. Y esa es una buena impresión.
Luego no nos
entendimos, i-need-too-much-too-late. Tenía un hombre cuidándome, un hombre libre y lo eché ¿por
qué? Gramática de la alcoba. Decidí
dejarlo incluso antes del accidente, pero antes de hablarlo y, otra vez en
Cuernavaca, me estrellé en una boda manejando un escort wedding: Había en el
auto música que me obsesiona. En el desvelo sólo el placer es claro y ahora
pienso.en.otro.tacto.
La boda de Ingrid.
La boda de Ingrid.
Some guys
called Desire, there was desire. And some guys called The Knife, there was a
little hidden knife too. Lo
exprimí de música y estuvimos cerca del Tantra. Sólo cerca. Tuvo que pasar un año y otro Daniel (ya se) para conocer el centro del Universo que es el centro de nosotros mismos. Hacemos el
amor en la perpetua umbralidad. Un poquito más allá, un poquito, siempre. We
have too much too late, too much… and I have some issues with mommy’s issues guys,
he said.
En la Ciudad de México llovieron luces y aguaslocas en la semana más border del año.
La montaña rusa del dosmildoce tiene puras bajadas para mí, I got to ramble.
Pero se acabó. Estoy harta de mí, de la aguamala que sólo prospera en el cultivo
del caos y la gastritis. We should be careful about things we
wish: Too much badwater. Men open season last so long: I’ll be ascetic, zen,
balanced, measured and mature, I will be focusing on myself, eating grass to be
the prey, and see if someone can still
shoot me. Shoot me. Double shoot me.
La dimensión del sexo se abrió para nosotros. Desire doesn’t call.
Crash wedding. Hoy me he
sentido tan frágil y tan border. Viene una venganza de la punta de mis letras. Estoy
tan triste y azul que parece que todo lo que haga, todo lo que piense será
así.
2. AzulDaniel.
Quinto y sexto de prepa se me pasaron en la mirada larga y
azul de Daniel Santana. Después de Daniel, el azul siempre me recuerda la palabra distancia, a algunas canciones pop que voy a
censurar ahora y a esa sensación de paz armada que tiene la playa.
Ese Dany vivía en Querétaro y era el más guapo de todos los
chicos que conocía entonces. Daniel es la fotografía de mi adolescencia:
Belleza aria y amorplaya de dieciséis años.
Para poder explicar a Daniel todos los clichés serían
escasos. Lo conocí escribiendo el nombre de otro chico sobre la arena mirando
al Pacífico. Lo conocí ante un sol cayéndose. Sus ojos eran del color de mi
bikini y yo tenía un talle muy estrecho. Me llevaba un año pero él tenía muchas
más nociones sobre sexo que yo, marista y boba. Daniel me hacía sentir hermosa y sexy. Tuvimos historias
intermitentes en la ciudad de cada uno. Nos escribíamos larguísimas cartas que
llegaban a mi primer correo y utilizábamos ICQ para encontrarnos. Una vez llamó
a casa mientras temblaba la tierra.
Nos vimos varias veces durante esos años, su visita era mi
vida. No éramos novios pero nos enamoramos. Días notas mandarina y menta, largo corazón de sándalo en
viento.tommy.girl. Durante algún tiempo,
todos los otros chicos eran poca cosa para mí y aunque poco a poco fui
conociendo gente que llenó mi vida en su momento, también andaba por mi vieja
habitación rosa como la prom-queen de la nostalgia. Introspectiva y asilada
como de vez en…siempre. Una vez escribí estas líneas para él:
“Daniel, tus ojos me
recuerdan a la palabra distancia. Estás tan lejos que siempre vas a gustarme.”
Como también me gustaban las esperas y las cartas, Daniel fue
mi nostalgia por un verano perpetuo.
En algún momento, ese Dany tuvo una novia y fuimos sólo
amigos. Algunas mafias adolescentes nos
enredaron en un problema de robos de cuentas de correo y acoso que desató una
de mis amigas del Colegio, casualmente emparentada con la chica, quien luego
fue Miss Querétaro y mi enemiga acérrima (un momento más de sólo a mí me pasan estas mamadas).
Levanté las manos, no lloré nada y seguí la vida. Había
planeado hacerlo en un acantilado de Bretaña, mirando al Mar del Norte, mientras el viento volaba mi
pelo largo a la Jane Austen (bueno, ahí me creía el Adriano de Yourcenar) pero
no aguanté las ganas de hacer mi escenita psicomágica y pisando Francia, tiré
la pulsera que me dio a un charco del Charles de Gaulle. Llovía. En Francia
aprendí a probar cosas nuevas y a salir de noche.
Volví a México. Llamó. Pidió perdón. Regresó. Miss
Queretaro was defeated. Daniel
llegó a vivir a la Ciudad de México cuando yo estaba en tercer semestre de
pregrado. Vino por mí pero era taaan tarde que yo ya era feminista, ya me había
estrellado en algún sitio de la Ciudad Universitaria con la Psicología-Social-Acá-la-Chida
y con la barca de Ulises. Otros deseos y nostalgias me movían. Su tez perfecta,
su vida plana y hasta el azul llegaron a desesperarme. Frente al tlatelolca de Ulises, frente a su
caos, frente a su enorme amor por la poesía de la vida, Dany ya no me gustaba.
Años después, la red social nos puso en contacto. Como buen
ingeniero mecánico y queretano del Tec entró a trabajar a una planta con su
primo, encontró una chica y se quedó a vivir por allá (Perdón si algún lector
ingeniero queretano del Tec no se siente representado por Dany).
Mi lejano Dany, se casó hace unos años con la clon, (clonsisisísima
very shocking), arquitecta del Tec y queretana.
De vez en cuando me habla para saludarme e instalar algunos recuerdos editados por la chica marista que parece habitar en algún rincón de mi memoria
visual. Una vez me contó que nunca había experimentado un terremoto y eso me
dio una extraña sensación de desconfianza y pena.
El siguiente Daniel, usa su primer nombre para andar por la
vida y ese es un nombre, digamos, menos dulce, menos enmielado. Daniel suena a
sol y superficie. Pienso en la piel. En la miel. Primavera verano. Vestidos de algodón y piscinas.
El siguiente Daniel está enredado. El siguiente Daniel puede verme. Y me ha
bebido toda. (¿Puede? ¿pudo?) Como destilado, me puso debajo de la lengua y
supongo que después de la fiesta tuvo reservas y resaca. Y otra mujer y planes.
Sábado erótico y sencillo, ojos sobre Venus. (Did we sing
Creep?) El whisky que tan mala fama tiene parece ponernos más enteros: La
conciencia y la inconsciencia parecen ser la misma cosa, estar en la misma
cabeza, del mismo lado de los
circadianos. A picture:
Suddenly
sunday happens (Did we….) -Oouh, fuck!- (Oh,
Jess, yes…we did).
3.
Tránsito
de Venus: Slides about a pool.
Voy a escribirte todo. Me vuelves agua tibia y tú vas
volverte código binario. Se de la naturaleza porosa de mis textos. Quiero todas
tus honduras. Ya es cosa tuya si
chapoteas o te ahogas, pero yo te veo
hasta el cuello de aguamalas.
Quiero tenerte en fantasía pillowbook y rayarte la espalda
con la opus medusae. Seguro
Greenaway pasó el fin de semana en una
piscina con alguien. Quizá también había mariposas dentro y fuera de la casa,
dentro y fuera de la piel. Yo no quiero dejarte de escribir. Quiero narrar esa
cara que se transforma, quiero escribir la temperatura del agua, tus dientes. Tus
amarres. Lo-perfecto del encuentro, eso que has hecho con mis senos. Explotar
las necesidades narrativas de la piel. Volarnos.
Pillow book, DJ. En la vida no te voy a pedir nada. Ni tu
tiempo. Ni la mano. Tal vez música. Pero este texto es mi casa, mi estudio rojo,
mis canciones ácidas, mi juego de rol and I do not drive safely. Si aquí hay alguien maniatado, si alguien hace
cosas sin mirar, eres tú Dany. Aquí no vas estar cómodo pero tal vez te guste.
Aquí es rojo todo el tiempo. En aguamala tiembla y llueve y hay heridas e
incendios. Hay fuegos.
Pillow book, quédate a la mano, cerca de mi cama, déjame
ponerte cerca del pecho y leerte. Quiero un cuento ácido y muy porno. You’re
such a good wave, mate, such a good one. Quiero tenerte en la cama y surfearte.
Voy a escribirte y no se me escaparán de las letras o las
ganas, los surcos que has ganado en el gimnasio. Your double shot effects. Uno
y cero besos tinta. Siento tu respiración sobre mi cuello y el tránsito de Venus en los labios. Quiero
una novela Jane Austen y que desates mis encajes. Desamarra mis costumbres y
ponme en una actitud frente a la cama.
Ondulas en algo que se parece al verano o al deseo. Feels
right. Quiero un cuento beat con brotes bocanada. Quiero montarme una historia
de libro vaquero. Quiero enrolarme en tu juego. En tu extraño devaneo por mi
nombre sinuoso y raro. Encuentro fuera de la agenda: El placer lo pone todo más
claro. Es lo único claro. Feels right.
Feels good. Choque cósmico. Crash wedding. Erótica vuelta de tuerca de la
posibilidad durante el poderoso paso del planeta.
Tránsito de Venus: La vuelta de su estrella es tu vuelta por mis
piernas. Tu nombre es fuego
drum’ n’ bass en estos días. Beso.llaga.electro.
Llevo puesta una lírica ceñida y trasparente y daría mi reino
en el oriente por hacerte volver a mi cama disuelto en aguamala. Por conmover tu
espina con mis letras, aunque no te conozca, aunque creas que soy una chica
sencilla y cool. Allá a donde vas, donde yo no soy, serán las letras y las canciones porque cuando
no hay nada ellas-siempre-son. Me siento de veinte años, parezco de veinte
años, tengo veinte años y bajo la falda tengo un río para ti.
En el balcón de la noche no hay nada más emocionante que una
boca nueva, Dany. Reflejarse en tus
pupilas de pronto conocidas, de pronto no. Buffalo 66. Tu tacto sobre mis ventanas.
Evócame. Invócame. ¿Será la ambigüedad de mi cumpleaños? ¿Es mi mareo el mareo
de los astros? Desire doesn’t call. La
diosa del amor es cruel y caprichosa. La diosa del amor también es una diosa y
no pregunta.
Tránsito de Venus. Eterna Primavera. DJ Habemus. Got
a crush on you. Fuck.
4. La semana border.
Dos mil doce.
Montaña rusa.
Lecciones serenas y
sado-
masoquistas.
.
.
Recuerdo la pregunta de Octavio el otro día ¿Quieres una vida de sibarita o una vida de adrenalina? Debería preguntármelo cada vez que abro la boca. A veces entro a la vida como al down hill. No me importa romperme la cara o las piernas si puedo dominar una forma en caída libre.
También así entro a la seducción. Se trata de cierta actitud que tiene que ver con mis signos del zodiaco, con el sexo y con algunos poemas y películas. También con el desarrollo del hipnotismo, de saber que puedo hacerlo, de disfrutar la cacería y no morir en el intento. De provocar movimiento. Hoy, martes, día emo, me ha cansado el juego. Estoy abatida y sin parque y sin ganas. Basta.
También así entro a la seducción. Se trata de cierta actitud que tiene que ver con mis signos del zodiaco, con el sexo y con algunos poemas y películas. También con el desarrollo del hipnotismo, de saber que puedo hacerlo, de disfrutar la cacería y no morir en el intento. De provocar movimiento. Hoy, martes, día emo, me ha cansado el juego. Estoy abatida y sin parque y sin ganas. Basta.
Dany, tus tres gotas o verdades me derramaron estos vasos.
Dany, yo siempre he tenido la brújula en su sitio, se a donde quiero ir y a donde voy a escapar. Pero hoy no se nada
de mí.
Cerca del 28, la semana border es toda superyóica y pfff,
toda católica. Me doy cuenta que estoy dispuesta a prenderme de una actitud
venga de quien venga. Me castigo. Me intoxico. Escucho a Led Zepellin y me obsesiono
con algunas canciones que el DJ me comparte. Escribo esta basura ridícula y sólo
quiero música. Quedarme tirada como ovillo en Tokio. Llorar y ser patética. Asilarme por completo. Fade away.
Mariana me sorprendió en mi hartazgo laboral. Sabe que no pertenezco,
que no lo he hecho como a todos nos gustaría. Permanentemente me fugo, me pierdo y caigo. La
vuelta a la academia parece cada vez más lejana para mí. Una y otra vez me
encuentro trabajando para otros. El feminismo me sale por la culata y por la boca
pero no me sale en la vida. Los hombres me asaltan emocionalmente y yo alzo las
manitas y les entrego mi vida liviana y exótica. Así nomás: pásele y llévese su
pedazo de aguamala, al fin eso es lo que tenemos, eso es lo que somos: pedazos.
No se si las brujas son del este o del oeste. Tampoco se ya
qué desear. Y Carla decía que admiraba mi certeza sobre la vida, la extraño
tanto. Me avergonzaría tanto decirle a Carli de qué manera la vida me lleva de corbata y
me arrastra.
El año es un alud sobre otro. Mis mejores amigos están lejos. Es difícil ver claramente cuando todo da vueltas. Como Iraida, ya me quiero bajar. Estoy despojada y rota. I’ve crashed. Hoy me encuentro en el espejo con la-mujer-que-no en su peor edición: Too cool to be loved. Too cool to be loved, again.
El año es un alud sobre otro. Mis mejores amigos están lejos. Es difícil ver claramente cuando todo da vueltas. Como Iraida, ya me quiero bajar. Estoy despojada y rota. I’ve crashed. Hoy me encuentro en el espejo con la-mujer-que-no en su peor edición: Too cool to be loved. Too cool to be loved, again.
Idiota, ridícula. ¿Por qué los chicos creen que no podrían
tener una relación retorcida y enfermiza y que les recuerde lo peor de sus
madres conmigo? Me declaro completamente capaz…No, me fui a la mierda, no quiero eso, no quiero nada. La súbita
pérdida destapa las válvulas que faltan. Me siento fracasada en doppler, en
efecto tequila. Tengo esta sensación de deriva, de inmigrante, me aflige pensar
que no hay nada para mí.
La derrama de futuros devino en el colapso del sistema. Pero
parece que hoy quiero aferrarme a una ilusión de compañía y estabilidad como la
que dejé para inventarme este y otros cuentos. You are not. I don’t hear them calling me; I don’t know if I
should ramble. Que la Universidad me defrauda, que mis proyectos en la
empresa se van por la borda(r). De pronto me doy cuenta que no he comido bien
en el último mes, que pierdo peso y que no tengo hambre. No tengo hambre. Ya
dije que no sé qué desear, sólo quiero parar. Basta.
Peor es tomar la vida, como se toma un texto, encendiendo
metáforas y velas en el abisal, recuperando la belleza del pantano. Mi
pantano. Y la chica sencilla no puede dejar de pensar en palabras
desatinadas para decir cien veces lo mismo: Estoy mareada de mí. No puedo verme
al espejo. Necesito que alguien me pare y me sostenga. Para luego ir por la acera como si no me
faltara nada dentro del pecho. Con mis botas y mis accesorios, con este
encantador corte de pelo. Con mi sonrisota. Como si no me doliera la vida, así
camino. Me veo de reojo en nuestro espejo riendo despreocupada en una fiesta, invito
los tragos, bailo, brindo, celebro. Me veo reflejada en el cristal de la cabina
de audio del Instituto de Biotecnología, dando conferencias en Cuernavaca, como
si supiera de qué coño hablo. Como si supiera cualquier cosa. L’être c’est paraître?
¿Ser es parecer? Soy una farsa. Un fraude. Soy un engaño.
A veces, peor, la seducción es el umbral del amor. Si todo
sale bien le escribiré algo bonito y tendré un duelo de dos semanas. Mejor no
pensar en el amor. (No pensar, no pensar). Pero en la semana border, tan cerca
del mareo and disappointments, la dimensión de la sospecha es cruel. Siento
violencia económica. Laboral. Siento
violencia en la calle. Abuso político. Me siento muy outsider. Posmo hiper
posfordismo: Te odio, porque me excluyes, sé que no tienes nada para mí.
Me estrellé en una boda manejando un escort wedding. Y ahora
elaboro la venganza. Got a crash on me because of you. Todo eso, a menos que me
estrelle con alguien la semana entrante y de pronto te encuentre on line para
preguntarte por el el
clima en California. Dependeremos, en todo caso, de cómo
fluya el yoga y la escritura.
5.
50
Ways to leave your lover. Past is a grotesque animal.
Otra vez Darío, otra vez Cuernavaca. La primera cerveza del
fin de semana, dos gringos locos, un balcón y Andrés Manuel Presidente: 50 ways
to leave your lover.
Le dije fuéramos abajo a sentir la masa. A la masa de gente,
que es llena de forma. La masa está en lo trans,
sucede en los afectos, en ellos se desplaza. La masa no piensa, piensan los
ciudadanos que la conforman, pero cuando la
masa nos sucede no pensamos: La masa se siente, la masa vibra. Eso dice
LeBon, el viejo, y Moscovici, el retro. O Silvio Rodriguez en esa canción.
Estas masas de nuestros días se mueven en la indignación. Vibran ahí, de ella nacieron.
¿Sabrá Darío que pienso en la Anarquía? Mis padres lo saben o
lo sospechan y creen que por eso pueden dejarme sola. Hay que tener cuidado con
las cosas que deseamos. Yo ahora soy una mujer independiente (I’ll be the prey soon).
Comunidad gay morelense. Estrellas rojas de polietileno. Ha sido el cierre de campaña. Semanas después
sabemos que la izquierda ha ganado el Estado y que el padrastro abusivo ha
regresado a casa: el país será gobernado por el PRI, past is a grotesque animal.
No somos capaces de nosotros mismos. Nos odiamos. Se vota con pobreza, con
dolorosa pobreza. Se vota con racismo. Se vota con miedo. There’s nothing there
for us.
Darío me cuenta que Melosa Granada es una abogada gringa que
conoció en San José del Pacífico. Melosa Granada es como el nombre artístico de
una estudiante de la Esmeralda, pero no. Me contó que así se llamaba, que así
decía su pasaporte ¿Las amigas de mis examantes serían amigas mías? Melosa
Granada y ¡bum! Vamos a cocinar el postre en casa. El postre
podía llamarse melosa granada en una cafetería hipster de estudiantes de la
Esmeralda. El postre explotaba en neurotrasmisores, melosa granada y ¡bum!
Tengo que decirle que me ha encantado conocerle pero que el
último accidente amoroso dejó secuelas operativas y literarias que me han hecho
propensa al juego y al estudio…y que esa fue una buena impresión, también.
A Darío le gusta conocerme y yo lo evité 7 fines de semana,
uno de los cuales, conocí a Dany. Cuando el día se cae compartimos canciones. Pregunta
por la extraña historia de mi mezcla
sanguínea. También me preguntó por qué quiero tatuarme una jacaranda, la frase
de la teoría queer, un mandala y un hipocampo. Debo ser suave. Debo ser
amorosa. Pero debo dejarte. Cuando lo hice no sabía que me dejarían a mí
también: There must be 50
ways to leave your lover.
Una trata de tejer alguna cosa linda con la madeja siempre
verde de las tragedias cotidianas. Si no fuéramos retazos. Si no fuera
recogiendo los hombrespedacitos que cortaron nuestras mamis. Si pudiera
comprender los hilos de la gracia. De cualquier forma lo hubiese dejado. Era
cuestión de la gramática de mi alcoba y claro, de Daniel.
Pienso en los astros. Uno debe pensarse las cosas cuando
hay tanto fuego y viento de por medio.
DaniEl cierra las puertas de su relación
abierta al bosque que se quema. Cierra su vida a mi psicología social, a
mi escritura, a los juegos, a mi piel, a mis ojos, a mi rostro, a la
psicomagia, a mis amigos, al enorme potencial de mis perversiones. Daniel nunca
estará en mi playa. Ulises nunca estuvo en Tokio. Dany cerró su vida a la mía de
vastedad punk rocker, a mi vida house francés. Y yo no puedo creer que no lo
quiera siendo un ritmo tan sofisticado y divertido. Tan suave y llevadero con cualquier tipo de
licor. Anyway, con ella tendrá un mejor ritmo. Tres gotas de cianuro al ego. Yo
no sé ni qué me pasó, parece que acabo de despertarme después de 48 horas de
derivas. (Sólo el placer es claro). Fuck. Parezco una adolescente absurda y barroca
y por eso me siento con la autoridad de derrochar la vida.
Él dice, otro, que enamorarme como quinceañera es parte de
mis encantos y que de pronto, esos encantos, se apuñalan entre sí. Pero él es
astuto y malintencionado y está del otro lado del mundo. Yo me siento apuñalada
cada dos meses, cada dos besos. Cada dos extraños. Cada dos amantes. Él ha
dicho que es menos astuto y más malicioso de lo que yo creo. Seguramente
también quiere asaltarme.
Estoy enamorada de cosas como la vehemencia y la osadía, de
la magia y las raíces. Pero dicen los libros sabios que se quedaron conmigo
después de la muerte de mi abuelo, que todo es y luego fluye ¿Qué tan
pertinente será tu olvido para el aprendizaje? Mi intuición falló de nuevo. Claro, y el
timing. Tomás Segovia dice que el seductor es el primero en ser seducido,
el primero en enredarse en una forma. Por eso yo no debería de estar cazando
nada. I’ll be de prey, soon. ¿Me volveré
más fuerte y guapa? ¿Me arrastrarán los relámpagos
de agosto? Shoot me.
Daniel, el recuerdo de mi okiya le devanará los sesos.
Viajará por neurotransmisores en dosis controladas: cada vez que yo baile sus
canciones, por ejemplo. Me deja al borde de la semana border y yo lo-sentía-perfecto. Tres dardos al ego: Mujer-que-no.
No soy la princesa de las terrazas de Barcelona. No soy la
dueña del bar. No soy Adriano en un campo de Bretaña. No soy la Maestra Asai. No
tengo ningún súper poder. Daniel me deja tres veces y yo cada vez estoy menos segura en mi fantasía. Soy
débil y soy gris. Did I tell you about little hidden knife too?
Me siento
ridícula en mi propia ropa, inside the shirt that just fits. Tengo ganas de llorar en la oficina, salgo al jardín que me
atrapa, me escondo en un baño, Aguamala y yo nos brotamos, ando border y Jane
Austen ¿cómo permití que esto pasara? ¿Qué diablos me pasó? ¿Cómo llegué a este
texto y a ese sillón? Así, en un mes, por intuición, por pasión, por la puerta
del sexo que creo entender pero que no entiendo nada, porque no pasó nada. Nada,
me imagino cosas. Estoy abusando de la poesía y las sustancias. Nada pasó o
nada debió de haber pasado. Nada. Ni los
años. Sigo confeccionando nostalgias en la habitación rosa de casa de mis
padres. Estrellándome con un Daniel. Sólo
porque me pareció un buen chico, porque me gustó su música, porque lo sentía
perfecto, por la temperatura de su cuerpo, por una risa o por las suposiciones
sobre el juego, por lo inaudito de su orgasmo, porque me trataba bien (¡jo!), por
unos ojos y un verano, por las mismas estupideces de siempre. Por la piel. Por ser
una pinche quinceañera 2.0. No mamar. La vida y el estómago por la caída libre,
por escoger la vida de adrenalina, las
endorfinas que se sienten como efervescencia. Voy a cumplir 30 años. Soy
ridícula y me mareo.
¿En qué estaba? Sí, Darío, Cuernavaca. Compramos muchos
dulces. Vemos detenidamente un amate. Árbol que crece en el despeñadero, árbol de raíces expuestas. No le digo nada en Cuernavaca. No
puedo por el postre y ¡bum! Me alcanza
en casa, soy amorosa y dulce, por fin la Ciudad lo dejo (50 ways i told ya) y en México sigue lloviendo. Me mira
escribir la investigación de la que me fugo en este texto.
6. Conclusiones de un verano al borde la cañada. Primera Maldición Aguamálica para Daniel.
¿Dany,
neta? ¿Neta, neta, neta estás haciendo esto? No puedes hacer esto e irte tan
impune. No puedes hacer eso con el verano de una chica trabajadora. Cerraste mi
última ventana en el umbral de la semana border. No puedes darle a una
adolescente inestable como yo esas noticias en lunes. Te llevas una maldición y algunas tormentas del verano que te atañe, ya
sabes que siempre lluevo, honey: *
Yo
creo que a tí nadie te dijo que las pasiones se padecen. Te prometí una
venganza ácida. Te prometí una venganza atascada de música. Te prometí una
venganza aguamálica y el sube y baja emocional de Cuernavaca conndujo hasta el
más barroco de mis textos. Esta es mi forma de entenderte y de dejarte. Mi
forma de entender la vida.
En
el centro de Cuernavaca ell@s me dieron una estrella roja de plástico
brillante, me gusta llevarla en la mano porque es pop y muy hermosa. La próxima
vez que te encuentres conmigo yo seré como élla. Estaré reflejada en el
ventanal de la terraza, estaré de fiesta, en la impronta de un recuerdo
redporn. Voy a parecer equilibrada y cool, voy a parecerme a la mujer que sí.
Porque es lo que hago, parezco. Voy a ser un espejismo, DJTrasto, en realidad
no estará pasando nada y te sentirás tan ridículo que comenzarás a marearte.
Full-on.
Sí Dany, te estrellarás con una actitud y creerás que te han bebido de golpe, como a un destilado.La evocación de las geishas hará que se te suba el muerto, te dará la enfermedad del beso (google it) y el desierto abrirá una sed de nostalgias y aguaslocas entre tu boca y la mía por el resto de tus días, pero eso ya te lo dije. No te dije que vas a sentir que te asaltan, que te despojan a pedazos, que tus amigos estarán lejos y que ante el vértigo verás tus bordes. Entenderás tus límites. La vida de adrenalina no es para turistas y la otra tampoco (esa es mejor con house francés). Anda, Dany, abraza el vértigo. Aprehende la belleza en caída libre. Después del remolino de las imposibilidades gira sobre tu eje y cae tres veces sobre el ego. En algún momento todos nos rompemos. Y está bien, dicen los libros sabios que la vida es y luego fluye.
Dany,
DJDoubleshot, así son las cosas, te sentirás atado a una cadencia. No verás
nada y tal vez te guste el beat antes del mareo. Porque es lo que el deseo
hace, nos deslumbra y ciega. Pone su venda hasta que somos proclives a una
forma: Too much, too late, Dany. Too much, too late. Cuando todo da vueltas
sólo el placer es claro.
Daniel,
estuvimos tan cerca que siempre vas a gustarme. Piensa que lanzo tu posibilidad
a una cañada o a un charco parisino.
Aguamala o Medusa.